Estudio césped artificial y golf
14/03/2018

Investigación y Desarrollo

Análisis y diseño de césped artificial para campos de golf’

Universidad Miguel Hernández

En 2008 la Universidad Miguel Hernández inauguró en el campus de Elche una instalación piloto de golf de césped artificial para el desarrollo de actividades docentes, de investigación y deportivas, dentro del Proyecto de Investigación y Desarrollo ‘GolfTurf- Análisis y diseño de césped artificial para campos de golf’, Este proyecto fue realizado por el consorcio Universidad Miguel Hernández de Elche-IBV-EUROGRAS y financiado por la Conselleria de Empresa, Universidad y Ciencia de la Generalitat Valenciana. Desde Norcesped, empresa especializada en la instalación y mantenimiento de césped artificial en instalaciones deportivas, compartimos como se desarrollo el proyecto. 

El proyecto se desarrolló en las siguientes fases:

Obtención de un modelo de referencia del comportamiento del césped natural.

Desarrollo y validación de prototipos de césped artificial.

Estudio de viabilidad ambiental, económica y social.

Instalación piloto de un campo de golf en césped artificial.

El objetivo de la fase 1 fue la obtención de un modelo de referencia del comportamiento del césped natural. Las tareas realizadas han sido la identificación de especificaciones (a través de paneles de discusión con profesionales y jugadores del campo de golf), la realización de la adecuación de los equipos de ensayo (instrumental para medir las especificaciones identificadas con anterioridad), la realización de los ensayos de campo (en 5 campos de golf en la provincia de Alicante) y, por último, la obtención del modelo de referencia (el comportamiento de los campos de golf de hierba natural considerados como óptimos, lo que ha permitido obtener los parámetros de valor para poder clasificar los futuros prototipos de hierba artificial para Tee, Fairway, y Green).

El objetivo de la fase 2 fue desarrollar y validar diversos prototipos destinados a las diferentes zonas del campo de golf, tomando como base los modelos de referencia obtenidos del comportamiento del césped natural realizado en la fase anterior. Para ello, se ha seleccionado diversas materias primas (tipo de polímeros de la fibra, construcción de la fibra, soporte principal del césped y revestimientos), se ha determinado las especificaciones del césped (altura de la fibra y densidad), se ha estudiado los rellenos del césped (tipo, granulometrías y porcentajes de aplicación), se ha determinado cómo construir la base (tipo de bases, materiales, canalización de aguas y comportamiento de la bola) y, por último, se ha establecido un método de instalación y mantenimiento del césped. Todo ello se ha podido realizar gracias a que 45 prototipos han sido validados mediante ensayos mecánicos de tracción rotacional, bote angulado y arrancado de chuleta, según zonas del campo.

El objetivo de la fase 3 fue el análisis de la viabilidad social, económica y ambiental para la implantación de césped artificial en campos de golf. Se ha analizado la viabilidad social a través de la opinión sobre la posible implantación del césped artificial para campos de golf que tienen los gerentes de campos de golf, los jugadores y la población en general. Se ha concluido que los golfistas y gerentes de campos de golf no son proclives a priori a implantar césped artificial aunque la población en general ve con buenos ojos esta posibilidad.

Se ha analizado la viabilidad económica de la implantación de césped artificial para campos de golf de 18 hoyos, ‘pitch and putt’ y ‘zonas de prácticas,’ ya construidos como de nueva construcción, en cuatro partes del campo (tee, fairway, antegreen y green) para unas vidas útiles del césped artificial de 10, 15, 20 y 25 años. Se ha concluido que las zonas de Tee, Antegreen y Green se amortizan y generan rentabilidades respecto a la hierba natural a corto/medio plazo (10 o 15 años) en todos los casos (especialmente en instalaciones de nueva construcción de césped artificial) y que el Fairway debido a la considerable extensión de metros requiere de un plazo más amplio para su amortización (25 años), aunque en instalaciones de ‘Pitch and Putt’ y ‘Zonas de prácticas’ puede ser viable para una vida útil mínima de 10 años.

Se ha analizado la viabilidad ambiental de la implantación de césped artificial en campos de golf en los casos anteriormente citados. Se ha concluido que el impacto ambiental generado en la hierba artificial es un poco mayor que el de la natural únicamente para el ‘fairway’ de un campo de 18 hoyos, mientras que en el resto de las zonas analizadas de las instalaciones de golf con una pequeña superficie (tee, green y antegreen en el campo de golf de 18 hoyos; todo el ‘Pitch and putt’ y todas las ‘Zonas de prácticas’), el impacto ambiental generado en la hierba natural y en la artificial son muy similares. No obstante, la hierba artificial tiene un impacto ambiental positivo en un impacto crítico ambiental como es la disponibilidad de agua.

Por lo tanto, el césped artificial puede ser una alternativa económica y ambiental al césped natural en las zonas de las instalaciones de golf que cuentan con poca superficie (tee, antegreen y green en el campos de golf de 18 hoyos; todo el ‘pitch and putt’ y todas las ‘zonas de prácticas, excepto el Driving, Range- Fair away’) y además siempre es más interesante en los supuestos de nueva construcción que en los de sustitución de una instalación ya hecha.

El último objetivo, referente a la fase 4, es la validación final del producto en condiciones reales para lo que se realizo la construcción de un campo piloto de golf de césped artificial en la Universidad Miguel Hernández de Elche utilizando los productos evaluados en la Fase 2. En esta instalación se procedió a realizar las siguientes tareas del proyecto de investigación: estudio de la evolución de la opinión del usuario, estudio de la modificación de las propiedades mecánicas de la superficie de juego y ensayos biomecánicos con jugadores de golf.

La instalación piloto consta de 4 hoyos tipo ‘pitch and putt’ (de distancia media 50 metros) y una zona de prácticas que incluye 8 jaulas para la práctica del ‘swing’, un ‘putting green’ de 440 m2, un ‘chipping green’ de 323 m2 y un ‘bunker de prácticas’.

No obstante, la UMH aprovecho el potencial de esta instalación ampliando sus usos, que son los siguientes:

Investigación: Validación en condiciones reales de los prototipos de hierba artificial desarrollados durante el proyecto ‘Golfturf’.

Docentes: Adecuación de las instalaciones deportivas para impartir clases de la licenciatura de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.

Deportivos: Dotar de una superficie deportiva en la que los estudiantes, personal y público en general puedan aprender y practicar a jugar este deporte.

Fuente del artículo, Universidad Miguel Hernández.