El presente del reciclaje del césped artificial
La instalación de césped artificial, destinado tanto a fines deportivos como a fines decorativos, ha aumentado significativamente en los últimos años al tiempo que se van mejorando sus características estéticas y las propiedades físicas. El aumento en la fabricación e instalación del césped artificial conlleva un aumento en los residuos que estos productos generan al final de su vida útil.
Estos campos tienen una duración limitada de uso, que depende de la frecuencia de uso y del clima, entre otros factores. Se puede estimar la vida media de un campo entre unos 10 o 12 años. Por tanto, en los próximos años se van a comenzar a sustituir los campos que fueron instalados en los primeros años de gran demanda.
Para hacernos a una idea, desde el año 2006, se han instalado 3.437 campos de césped artificial certificados por la FIFA en 149 países.
En la actualidad hay muy pocos recicladores de césped artificial, que puedan obtener una alta pureza en sus resultados materiales, debido a la contaminación del material por el uso de relleno de arena. Es muy difícil separarla de los otros materiales que componen el césped artificial. Esto, combinado con que el césped está compuesto de varios plásticos diferentes, significa que el material reciclado se usa a menudo para aplicaciones de menor grado. Esto se conoce como reciclaje de «bucle abierto» que contrasta con el reciclaje de «circuito cerrado» que
en teoría puede significar que el material reciclado puede usarse para hacer el mismo producto. Las aplicaciones de materiales reciclados de bajo grado son adecuadas para conos de carretera, baldosas de caucho, palets y cajas.
El objetivo final es crear condiciones de reciclaje lo suficientemente puras, como para que el material resultante se pueda usar para crear nuevo césped artificial.
Más recientemente, se ha desarrollado la técnica de «fusión en caliente» para unir las fibras de la pila. Esta tecnología prometedora puede permitir que los materiales se separen durante el reciclado al volver a fundirse, pero este tipo de fabricación de césped aún no está muy extendida.
El reciclaje de una instalación de césped artificial es laborioso. Desde hace años se han acometido múltiples estudios sobre la materia. La separación conlleva numerosas dificultades debido al volumen y suciedad de los residuos a tratar y a la mezcla de materiales de distinta naturaleza que se da en este tipo de residuos. Tras el adecuado acondicionamiento de los residuos, la principal alternativa para lograr la consecución de los objetivos del reciclado, por métodos físicos como la trituración y separación por densidades, entre otros. Por último, se están estudiando las posibilidades de incorporación de materiales procedentes del tratamiento fin de vida de los céspedes obsoletos en la fabricación de nuevo césped, siguiendo las líneas de eco-diseño. Como resultado, obtener un nuevo césped fabricado con materiales reciclados y convenientemente tratados. La empresa Re-Match Turf Recycling es, en alianza con la FIFA y la UEFA, la que verdaderamente está apostando por dar estos pasos en Europa. El proceso Re-Match es el primero de su tipo en reciclar el 99% del sistema de césped sintético a escala industrial. Pero el compromiso para una reciclabilidad del césped artificial nos concierne a todos los estamentos implicados, fabricantes, instaladores, clubes, usuarios y administraciones públicas.
Re-usar no es reciclar, dar una segunda vida es una opción, pero no es reciclar. Incinerar, supone unos costes medioambientales inasumibles hoy en día. Así que la opción idónea es la anteriormente comentada, reciclar para volver a generar el mismo césped artificial, con las mismas condiciones, o mejores, que el que ya teníamos instalado. Ya hay en el mercado césped artificial de origen reciclado y certificado, y este es el camino que deben recorrer las instalaciones ya obsoletas, y el que recomendamos desde Norcesped.